guayabas

voy madurando como una guayaba tierna
pero nunca te abandonaré,
aunque te ocultes detrás de esa sonrisa,
ilusa y maléfica,
te hablo a ti, copia mala:
¡madura ya de una vez!
morena, te pierdes los bailes de luz de luna,
por esperar, tanto tiempo pensando,
¿que hay después de ti?
yo creo que nada o poco
que te llene el hueco de tu soledad.
todo es un maraña de hilos brillantes
que se van amontonando al lado de los años.
sólo acariacia mi mano, sólo me siento como un árbol viejo;
sólo sé dar guayabas tiernas.
pruébame, entibiada.

lágrimas de leche

te quiero,

te amo,

te estimo, 

te admiro,

te aprecio,
te valoro,

te adoro,

te sabroseo,

te pienso, 

te añoro,

te sueño,

te guardo,

te abrazo,

te hago y te deshago,

te mezclo,

te separo,

te silencio,

te despierto,

te entusiasmo,

te decepciono,
te enamoro,

te sonrojo,

te descubro,

te pierdo,

te duelo,

te arrastro,

te ilumino,

te envuelvo,

te despido,

te cuido,

te vivo,

te mato,

te revivo,

te alimento,

te motivo,

te enfermo,

te sano,

te peleo,

te lloro,

te tengo,

te respiro,

te suspiro,

te rompo en pedazos,

y te como a cucharadas.

zanahorias nocturnas

eres natural,
como la cuerda que ata mis manos,
oyendo el pájaro que trina
al son de las carretas de verano.
simplemente escucha el canto
de mis pies descalzos,
caminando por las memorias

de tu soledad,

desde la ventana lejana,
comía yo zanahorias.
ahora escucho el canto, natural,
mientras intento olvidar,
esa onda que tu pelo grabó
en mi voz,
tiritando el calor del zócalo;
pulsión de gente, lejana, mía,
mío, trinando por la ventana.

sueño de galleta

hoy tengo sueño de galleta;
quiero dormir al verde, al sol,
al azul eléctrico y al amarillo espiga,
arrebujada entre tus brazos,
como dos animalillos salvajes
crujiendo los dientes
contra la semilla de la felicidad.

serendipia

con un estado de flujo del seis

y una parte minoritaria de mí

que se quiere ir

ya

a buscar a la mayor de las tuyas

que quiere quedarse,

te digo que la silla está fría,

el cuerpo flota sin remedio y

las pestañas pesan.

dime si sueño o deliro,

si protejo o daño,

si estoy sola o desolada,

si hace sol o el chocolate ya se derritió.