13 abril 2012

Peso neto

No te parece raro. Deja de engañarte. Lo sabes todo, y mejor que ellos. Tú estás del otro lado y no te dejas brillar. Yo hoy, retomo lo que siempre fui, lo que te gustó por cierto, lo que soy, el origen de las cosas, la observación plena, el sentir desapegado. No te dejes caer en la tentación. Sé solo. Aguanta. Siempre quedas tú. No te dejes vencer, sal de ahí. Siempre quedo yo, si quieres que te acompañe en el camino.

Las luces más pequeñas ciegan. Los necios son muchos para tan pocas en el cielo.
Nunca opaques tu brillo con la necedad de los demás, o te perderás por el sendero de la ingratitud.

No te dejes vencer en el camino de las sombras. Atrévete a caminar a tientas. Toma mi mano fuerte y estable. Yo te ayudo a escalar las rocas de la fidelidad. Estoy aquí, como la noche vigila al día, te miro.

Yo, realmente me voy. Tuve que probarlo, tuve que sentirlo. Ahora lo aprendí, y retomo mis letras, mi ser.
Podría haber sido diferente pero no lo fue. Sólo queda la reflexión y la prudencia para la siguiente. Me busco en otras caras; algunas, que tal vez reflejen la mía otra, la que nunca fue vista, no porque no la mostrara. Siempre soy molesta hablando en términos de superficialidad. Hay ligereza en la densidad, hay amor y compañía, hay timidez y equilibrio, hay de todo, como en un mercado, a precio de autor. Pero siempre hay un abrazo, hasta en la peor guerra. Porque somos humanos; y ellos parecen haberlo olvidado.
Basta de toxinas, basta de pérdidas y de ojos huecos. Yo soy una roca ascendente, contradiciendo las mareas, ordenando el caos de la nada. Viviendo sin más, conmigo, en paz.
Te buscaba. Te encontré.
Ahora: ¿qué más?

A veces me parece una batalla imposible, una batalla futura, una batalla perdida. Y digo sólo a veces porque tu cara resuena dentro, como un nudo a medias deshecho, a medias mío y de nadie.
Será tu esbozo de mí, lo que hagamos en este tiempo.
Si yo supiera de ti.
Si me mostraras tu luz, tu ego.

Tú,

¿cómo puedes tardar tanto en llegar a mí?

Opciones impensables.
Me voy a dormir.



PD. No más razones, no más palabras. Sonidos infectos. Me pierdes en el patrón, en la búsqueda de lo correcto, en el entretenimiento de no profundizar, de no amar en los ojos, de tu propia pérdida. Pero yo te amo, y en esa excusa infantil me jodo entera. Esperaré que el péndulo se rompa, y caiga sobre mis pies tu peso. Peso neto de ti.

Ejercicio número 1: atravesar los ojos para mirar el alma. Apuntar qué se vio, y repetir. Ahora, besar lo que se ve ahí adentro, sin entender. Si es posible, abandonar todo tipo de barrera invisible. Repetir hasta la muerte.
Opcional: agarrar de la mano y pasear juntos tomando un helado. De limón para los dos, por favor. Volver al inicio de amor puro, de rebeldía contra el sistema impuesto: respetar la unión verdadera.

04 abril 2012

Consigna última

Pero yo tengo un plan antes de irme.
Toda la noche bajo las cobijas.
Toda la noche jugando a las escondidas contigo.
Llorando el no tenerte.
Lloraba la ciudad perdida.
Apagaron todas las luces.
Estar contigo era como estar bajo la lluvia sin mojarse.