07 junio 2011

asturias

si las manos no me fallan, estoy tocando tierra. la tierra verde, siempre húmeda, que enseñó a mis pies a caminar. si los ojos no me engañan, estoy viendo mi cara, reflejada en el espejo del agua salada, que me empujó a nadar. si la nariz aún no se ha olvidado, estoy oliendo los caminos y la hierba mojada que formaron mi hogar, hace hoy tantos años, que ya sólo pueden consolidar un recuerdo.
si la memoria me respondiera con lealtad, ya no me afanaría en acordarme de lo olvidado, sino en coser y descoser el sueño de la nenina que fui. si el silencio me dejara gritar, pronunciaría mi nombre tan despacio, tan suavemente, que los caracoles abrirían por fin sus ojos, y las margaritas llorarían de emoción.
si la vida muriese, sería yo una piedra latiendo.

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